La noche en que falleció el entonces director general del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), Sebastián Lerdo de Tejada, éste no recibió la atención médica adecuada que marcan los protocolos para asistir a un paciente que sufre un infarto.
De acuerdo a una filmación, que tiene una duración de tres minutos, se muestra las imágenes tomadas por la cámara 16 del circuito cerrado y se observa el momento en el que Lerdo de Tejada ingresa al Hospital Regional Adolfo López Mateos —perteneciente al propio ISSSTE— por un pasillo que no es el del área de urgencias y se puede notar que al paciente no se le dio la atención adecuada y necesaria..
Se puede observar a tres paramédicos en aparente calma, uno de los cuales le da masaje en el corazón al funcionario. Sin embargo, en contra de todo protocolo en los casos en que se atiende a un paciente con infarto, se interrumpe la asistencia porque se avería una de las llantas de la camilla.
El paramédico que le masajeaba el corazón lo deja para ayudar a sus compañeros a reparar la rueda, tiempo vital para un corazón que sufre un infarto, de acuerdo con cardiólogos expertos. Más aún si el paciente todavía no es atendido con un desfibrilador, como parece ser que fue el caso de Lerdo de Tejada.
La única empleada de bata blanca que aparece en la escena —al parecer la encargada de guardia— no asiste al paciente y se limita a cargar el tanque de oxígeno que se le aplica al funcionario. Este es el único equipo que se emplea para atenderlo en esos momentos claves.
De acuerdo con la Norma Oficial Mexicana NOM-027-SSA-2013 referente a la Regulación de los Servicios de Salud, la asistencia que recibió Sebastián Lerdo de Tejada no se aplicó el protocolo de atención médica conforme lo señala la disposición.
En la misma se establece que en una urgencia médica el demandante del servicio se encuentra en un estado de gravedad que precisa de atención inmediata, con el objetivo de limitar la progresión de la enfermedad o daño físico que pone en riesgo su vida, un órgano o función.
El apartado B establece que el servicio de urgencias debe contar con infraestructura física y equipamiento adecuado, preferentemente en la planta baja del hospital. Debe contar con una sala de choque; debe tener carro rojo o de paro cardiorrespiratorio, además de un desfibrilador completo con monitor, cable para usuario con tres puntas y electrodos para monitoreo, mascarilla para oxígeno para adulto, tanque de oxígeno, válvula reguladora y soporte.
En el video se observa que el director general del ISSSTE no fue atendido en primera instancia en el área de choque, ubicada en el área de Urgencias en el Hospital Regional, ni tampoco se observa el uso del carro rojo con desfibrilador; sólo se alcanza a ver al paramédico intentando reanimar al paciente con una mano, mientras avanza la camilla hacia los elevadores, sólo se utiliza la máscara de oxígeno e incluso el masaje cardíaco se suspendió.