Por considerar que presenta riesgo de fuga, la jueza Vanessa Baraitser denegó la libertad condicional al fundador de WikiLeaks, Julian Assange.
La jueza señaló que Assange “todavía no ha ganado su caso”, dado que Estados Unidos recurrirá el fallo contrario a la entrega, y “tiene un incentivo para fugarse” hasta que concluya ese proceso.
Baraitser consideró que Julian Assange “ha demostrado” repetidas veces que es capaz de huir de la Justicia aunque haya “estrictas condiciones” de control.
Ante la decisión de la jueza, Assange permanecerá en prisión provisional en la cárcel londinense de Belmarsh mientras avanza su proceso judicial.
En la audiencia de hoy para determinar si podía salir en libertad condicional, Baraitser aceptó los argumentos en contra de la fiscal Clair Dobbin, en representación de la Justicia estadounidense, quien alegó que el informático ha probado en el pasado que es capaz de “llegar a extremos extraordinarios” para evitar su extradición.
La jueza descartó la posición de la defensa, que proponía que su cliente saliera de la cárcel y pasara a estar “efectivamente bajo arresto domiciliario”, en un domicilio londinense con su pareja, Stella Morris y los dos hijos de ambos, con una fianza económica y “cualquier otra condición que dispusiera el tribunal”.