El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, manifestó a sus simpatizantes que no dará un paso atrás para transformar al país, pese a los ataques.
“Afortunadamente la gente ha tomado conciencia de que es necesaria una transformación, y nos están apoyando, y vamos hacia adelante. Y no vamos a dar ni un paso atrás. Y miren que ha sido difícil enfrentar la crisis sanitaria, la crisis económica sin dejar de avanzar para transformar al país”, expresó el mandatario.
Llamó a mantener la confianza ya que a diferencia de los gobiernos anteriores que buscaban “beneficiar a una minoría a costa del sufrimiento de la mayoría de la gente”, ahora el beneficio es para los mexicanos.
“Yo, con todo respeto, no soy Salinas, no soy Zedillo, no soy Fox, no soy Calderón, no soy Peña Nieto. Somos distintos, con todo respeto. Por eso se despiertan pasiones y ataques, se meten hasta en lo personal”, dijo el mandatario.
Y es que el presidente sí ha logrado consolidarse como una figura polarizante. Por una parte, las encuestas de popularidad colocan la aprobación de su mandato en 59 por ciento, de acuerdo con el portal Oraculus y su agregado de las principales encuestas de aprobación presidencial. La desaprobación, hasta octubre de 2020 era del 35 por ciento. Por supuesto, estos números no reflejan el estado real de lo que sienten las personas sobre Andrés Manuel López Obrador.
Por otra parte, y en contraste directo con la despersonalización de las cifras, están movimientos como el Frente Nacional Anti-AMLO, que está caracterizado por su crítica personal a la persona del presidente y los insultos a sus seguidores, más que a su administración.
Frente a ellos, los simpatizantes del presidente han destacado, durante años, por un apoyo equivalente a la figura de López Obrador.