El número uno mundial de tenis, Novak Djokovic, logró conseguir un permiso del tribunal australiano para permanecer en el país aun sin estar vacunado contra el coronavirus.
Djokovic llegó el miércoles pasado a Melbourne con una exención médica con la intención de poder jugar el Abierto de Australia este mes, pero los agentes de Inmigración le denegaron el visado y estuvo bajo custodia en uno de los hoteles del lugar mientras su abogado encontraba una forma de protegerlo ante el tribunal.
Uno de los puntos más fuertes que tuvo el tenista para defenderse fue que en diciembre tenía una exención al haberse contagiado de COVID-19 y se le había otorgado autorización para viajar al país por parte de la Federación de Tenis y del Gobierno de Victoria.
Anthony Kelly, juez del Tribunal del Circuito Federal de Melbourne, le ordenó al Gobierno australiano la liberación a la mayor brevedad posible, entregarle su pasaporte y sus efectos personales, y pagar los costes legales correspondientes