MONTERREY.- En una mágica velada, con personalidades del béisbol mexicano, el Recinto de la Fama del Beisbol Mexicano recibió a cinco nuevos miembros: los jugadores Jesús ‘Chito’ Ríos, Cornelio García, Juan Suby, Alfredo Mariscal y el umpire Jesús Monter.
Estos hombres ingresaron al recinto de la inmortalidad gracias a sus méritos en el terreno de juego.
El oaxaqueño Jesús Ríos es el máximo ponchador de todos los tiempos con 2549 chocolates y quien en una temporada completó 26 juegos, entre lágrimas, comentó: “Agradezco a Dios y a mis padres por darme la vida, ante todo a Dios por darme el don y ponerlo en práctica en este bello deporte que es el béisbol. Gracias al béisbol conocí a mi esposa, también agradezco a mis hijos que me acompañan”.
“Gracias a los equipos y managers que me dieron la oportunidad de trabajar, en especial a Tigres y a don Alejo Peralta, quien me tuvo confianza en1984”, agregó.
“Como oaxaqueño e istmeño, es un orgullo ser el primero y ser el ejemplo al llegar a este recinto como un inmortal. Este es el juego perfecto de mi carrera”, concluyó.
Cornelio García ostenta el más alto promedio de bateo de todos los tiempos para un jugador mexicano con .345, y dijo: “Recuerdo cuando llegué a Pastejé en 1983, tuve un gran sueño, convertirme en jugador profesional. Siempre traté de dejar en el terreno de juego lo mejor de mí, esto me permitió cumplir mi sueño. Hago un llamado a los jóvenes para que con dedicación, humildad y amor al beisbol hagan lo mejor para alcanzar este logro”.
Juan Hernández, en nombre de su padre, el fallecido Juan Suby, comentó: “En nombre de mi madre y mis hermanas queremos dar las gracias, esto es algo grandioso, sentimos un gran orgullo por esa persona que intentó ser boxeador y terminó siendo un gran pitcher. Tiraba la bola ensalivada, lo recordamos por su pleitos, él empezaba, relevaba y continuaba juegos con tal de que lo nombraran Juan Suby “Brazo de Acero””, dijo el hijo de quien a lo largo de su carrera ganó 145 juegos y dejó efectividad de 3.39.
Por su parte, Alfredo Mariscal, pitcher zurdo, quien brilló con Pericos de Puebla y Saraperos de Saltillo, principalmente, consiguió 114 juegos completos y logró 10 temporadas con más de 10 victorias. “Agradezco a Dios por recibir este reconocimiento en vida, agradezco a mi esposa a mis hijos, todos destacados deportistas”.
Jesús Monter, quien fue un destacado umpire durante 23 campañas, agradeció a todos y cada uno de los directivos que le dieron la oportunidad de actuar en el profesionalismo. “Esta noche me permite hacer patente el valor del agradecimiento”, comentó.
El yucateco Plinio Escalante Bolio, presidente de la LMB, subrayó en su discurso que el Recinto de la Fama del Beisbol Mexicano se encuentra en una etapa de transición y que el C.P. Alfredo Harp Helú, gran entusiasta del beisbol mexicano, ha asumido el liderazgo y tomado la estafeta del proyecto del recinto de los inmortales.
“Es así como se han sumado Carlos Peralta, José Marrón Cajiga, José Máiz, Ricardo Martín Bringas y quienes quieran sumarse. A nombre del beisbol mexicano, muchas gracias don Alfredo, muchas gracias señores empresarios”, enfatizó Escalante Bolio.
“Es un proyecto incluyente, pretende todo el beisbol mexicano forme parte de él, por ello, ya han sido invitadas a incorporarse la LMB y la LMP”, agregó, al tiempo que dijo que es un recinto que enaltecerá y dará fe de los grandes momentos heroicos del beisbol mexicano.
En el acto estuvieron presentes Omar Canizales, presidente de la Liga Mexicana del Pacífico, y Francisco Padilla, director del Recinto de la Fama, José Maiz, presidente de los Sultanes de Monterrey, entre otros directivos de la Liga Mexicana de Beisbol y autoridades del estado de Nuevo León.