Aunque el Vaticano había anunciado que la misa del Jueves Santo sería en la Plaza San Pedro, el Papa Francisco anunció que esta se celebrará al interior de la cárcel, donde hay gente carente de fe.
El nuevo Papa celebrará la misa del jueves Santo a una cárcel de menores de Roma, donde lavará los pies a reclusos y quizá también a funcionarios y policías.
El programa del Jueves Santo mantiene la misa del Crisma, en que el Papa bendice los Santos Óleos, a las 9.30 de la mañana en la Basílica de San Pedro.
En cambio, la Misa de la Cena del Señor será en la cárcel de menores de Casal del Marmo, en la periferia oeste de Roma.
A través de un comunicado, el Vaticano recordó que la misa de la Cena del Señor se caracteriza por el anuncio del Mandamiento del Amor y por el gesto de lavar los pies.
Cabe destacar que como arzobispo de Buenos Aires, Bergoglio solía celebrar esa misa en una cárcel, un hospital o un asilo para pobres o marginados.
Por lo que con la celebración en la cárcel, el Papa Francisco continúa esa costumbre.