Al asegurar que la luchar contra el hambre y la pobreza da mayores y mejores resultados en comparación una intervención militar, el Papa Francisco llamó a la solidaridad para ponerle fin a las persecuciones en Siria e Irak.
A bordo del avión papal, el sumo pontífice dirigió un discurso al equipo de prensa que lo acompaña a un viaje de tres días a Turquía, ahí dijo que la “violencia terrorista” no mostró señales de calma en los países al sur de Turquía, donde los insurgentes islamistas declararon un califato y persiguen a los musulmanes chiítas, cristianos y otros que no comparten el estilo ultra radical del islamismo suní.
“Es lícito, siempre y cuando se respete la ley internacional, frenar a un agresor injusto”, dijo en referencia a los militantes del Estado Islámico, luego de una reunión con el presidente turco Tayyip Erdogan.
“Lo que se requiere es un compromiso concertado de parte de todos … (para) permitir que los recursos sean redirigidos, no a las armas, sino a otras nobles batallas dignas para un hombre: la batalla contra el hambre y la enfermedad”, indicó.
Francisco enfrenta una delicada misión en Turquía, un país con mayoría musulmana pero que constitucionalmente es un estado secular, para fortalecer los lazos con los líderes religiosos, mientras condena la violencia contra cristianos y otras minorías en Oriente Medio.