El presidente Enrique Peña Nieto confió en que el gobierno que encabeza logrará la reaprehensión del líder del Cártel de Sinaloa, Joaquín el Chapo Guzmán, quien se fugó el pasado sábado de una prisión de máxima seguridad.
El Ejecutivo manifestó “confianza plena” de que las fuerzas armadas y las áreas de seguridad federales tendrán de nuevo “valor, coraje y determinación” para conseguir la detención del capo, de igual forma que lograron en febrero de 2014.
Peña Nieto mencionó que la fuga del Chapo del reclusorio del Altiplano, ubicado en Almoloya, Estado de México, le provoca “indignación, frustración y enojo”.
El mandatario federal afirmó que su administración asume la responsabilidad por la vigilancia del narcotraficante evadido —a quien calificó como “criminal de alta peligrosidad”—, pero indicó que el problema no se resolverá mediante “enojos y llenándonos de ira”.
Como parte de las acciones a tomar ante el escape del líder criminal, el presidente recordó que instruyó a la Procuraduría General de la República (PGR) para que “realmente” concretara una investigación a fondo con el fin de determinar “dónde pudo haber habido compliciadades” que permitieran la salida de la cárcel del Chapo.