Las nuevas variantes del covid-19 ha obligado a las empresas farmaceúticas Pfizer y AstraZeneca a trabajar en nuevas dosis.
Los principales adversarios son las variantes del Reino Unido (B.1.1.7) y Sudáfrica (B.1.351), que han representado un nuevo reto para los científicos por la posible resistencia que estas tendrían frente a las vacunas que ya se vienen administrando en el mundo.
De acuerdo a los estudios realizados a la sangre de infectados con las nuevas variantes, se ha registrado una disminución en los anticuerpos neutralizantes generados por las vacunas.
Estas respuestas no significan necesariamente que las vacunas no funcionen ante las nuevas variantes, pero solo disminuye su eficacia.
Los anticuerpos neutralizantes, producidos por el sistema inmunológico del cuerpo, impiden que el virus ingrese a las células.
Con estas vacunas buscan hacer frente las nuevas variantes y la actualización de sus respectivas vacunas a fin de enfrentar las mutaciones del coronavirus.