Luego de que Oaxaca limitara la venta de comida chatarra a menores de edad, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, manifestó que se opone a “prohibir” la venta de la comida chatarra.
“No puedo tener injerencia en lo que digan los estados, pero mi opinión va en el sentido de que se oriente no caigamos en prohibiciones”, indicó en conferencia de prensa.
Y aunque reconoció que este tipo de alimentación no ayuda a afrontar el problema de diabetes e hipertensión que padece México, mostró su negativa en prohibirla.
Se dijo a favor de que en lugar de prohibir, “se oriente y se de información”, y puso como ejemplo las nuevas normas de etiquetado en el país que obligan a la industria alimentaria a alertar en sus productos sobre el exceso de azúcares, calorías, sodio y otras sustancias.
Además, se opuso a subir los impuestos de la comida chatarra y las bebidas azucaradas porque ello significaría “estar sacando dinero a costa de la salud del pueblo”.