“Andamos en busca de que se termine con este cultivo, que no solamente afecta a la pobreza de las colmenas, sino que también tiene incidencia en los fetos y en el hígado de los humanos”, indicó el dirigente de Miel y Cera de Campeche, José Luis Flores.
Señaló que un juez federal, exhortó a los municipios de Hopelchén, Calkiní, Tenabo, Hecelchakán y Campeche, a abandonar el cultivo de soya transgénica, debido a las afectaciones que le ocasionan a la exportación de miel hacia a los países europeos.
Explicó que la soya transgénica, ha ocasionado que los países europeos realicen exámenes toxicológicos a los envíos de miel hacia a Europa.
“Estos exámenes de laboratorios son realizados en Alemania por cada embarque de dulce que proviene de México, lo que significa un gasto de mil 600 pesos que tiene que ser pagado por el exportador, en este caso Miel y Cera de Campeche, con el consiguiente deterioro de las ganancias de los apicultores campechanos”.
Informó que los embarques han estado dentro de los límites aprobados de 0.9, sin embargo, existe la posibilidad de que los próximos puedan ser perturbados.
“Estas pruebas provocaron pérdidas de entre 150 y 200 dólares por tonelada de miel que se exportó, resintiendo mermas en alrededor de cuatro mil toneladas del dulce”.
Señaló que estas pérdidas económicas, obligaron a las organizaciones apícolas a exigir que se deje de sembrar soya transgénica, “No estamos en contra de la siembra de la soya natural, sino en contra de la transgénica, que provoca problemas en hombres y animales”.