De acuerdo a una investigación de la Universidad Estatal de Pensilvania (Estados Unidos) que se publicó en la revista ‘Appetite’, la afición a la comida rápida del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, fomentan el consumo de este tipo de dieta poco saludable.
“Los datos sugieren que podría haber causado un daño a la salud pública al animar a muchos estadounidenses a comer comida rápida”, precisó la líder del estudio, Jessica Myrick.
Y es que aunque el examen médico de Trump en 2018 concluyó que el presidente goza de “excelente salud”, los investigadores tenían curiosidad por saber qué efecto podría tener en el público su conocido gusto por la comida rápida, como las hamburguesas.
La investigadora señala que Trump no es el primer presidente estadounidense que ha producido titulares de prensa por sus hábitos alimentarios, Bill Clinton también tenía afición por la comida rápida.