En la última semana el puente fronterizo de San Ysidro en la ciudad de Tijuana, frontera con Estados Unidos, se convirtió en un campamento de refugiados rusos y ucranianos.
Luego del conflicto entre Ucrania y Rusia iniciado el pasado 24 de febrero, las autoridades de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos les ha negado la entrada para solicitudes de asilo.
En las inmediaciones del puerto fronterizo se puede observar a un grupo de casi 20 personas en espera de poder ingresar al país americano.
De acuerdo con las cifras del gobierno mexicano, en las últimas tres semanas a la ciudad fronteriza de Tijuana han llegado aproximadamente 310 personas de Rusia, Ucrania y Bielorrusia, la mayoría de ellas vía aérea y terrestres desde Cancún y Ciudad de México.