Que Rihanna está fuera del control desde el mes de octubre del año pasado y Jay-Z, dueño de la disquera ya está hasta harto de los excesos de la cantante y le ha puesto un ultimátum: O entra a un programa de rehabilitación o simplemente quedará fuera de la empresa.
Las constantes noches de fiesta le han traído ya demasiados problemas a la artista, pero la gota que derramó el vaso fue que perdió un avión a Londres donde tenía que cumplir con unos compromisos.
Jay-Z le ha dicho a Miss Umbrella que deberá bajarle el octanaje a sus recorridos si es que quiere durar en esta industria en donde es fácil ser devorado por su propia fama.
Al parecer a Rihanna a pesar de que no le ha parecido muy buena la idea, no le quedará de otra más que tragarse su orgullo y atender las demandas del empresario.