El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ofreció este martes una colorida ceremonia de bienvenida en la Casa Blanca a su colega francés, Emmanuel Macron, con motivo de una visita de Estado que amenazó con dejar al descubierto las diferencias sobre Irán, el comercio y Siria de ambos aliados.
Un saludo de 21 salvas de cañón resonó en el Jardín Sur de la Casa Blanca y un regimiento con uniformes rojos y tricornios de época, con música de flautas y tambores, procesionó frente a Trump, Macron y sus esposas, Melania y Brigitte, respectivamente.
Desde el arribo del presidente francés a Estados Unidos, los besos y abrazos entre ambos mandatarios fueron captados por el lente de las cámaras, mostrando así un nuevo ‘romance’ entre los presidentes.
Más tarde, el presidente Donald Trump y el presidente francés, Emmanuel Macron, hicieron una pausa para hablar mientras caminaban y sonreían por la columnata ala oeste, pasando el Rose Garden en la Casa Blanca.
En sus palabras de bienvenida, Trump dijo que durante el año pasado desarrolló con Macron “una maravillosa amistad” que es un ejemplo de la amistad duradera que une a nuestras dos naciones.
Por su parte, Macron pidió que los dos países trabajen juntos contra los militantes islamistas, Corea del Norte e Irán, en “el comercio libre y justo” y en el cambio climático. “Juntos contrarrestaremos la proliferación de las armas de destrucción masiva, sea en Corea del Norte o Irán”, señaló.