Caos vial sufrieron los campechanos en el primer cuadro de la ciudad por una marcha de campesinos y artesanos que desembocó en los bajos del Palacio de Gobierno, donde afectaron a otros más que no pudieron salir durante varios minutos de la sede del Ejecutivo Estatal, mientras aquellos exigían apoyos diversos como botiquines, medicinas para el piquete de la mosca chiclera y recursos para educación.
Iniciaron desde el Palacio Federal, cargando mantas y carteles con leyendas como “¡Las demandas de Zapata están vigentes!” “¡Hoy más que nunca Zapata vive!”,”¡Ya basta de miseria, alzas en la gasolina y a los productos básicos”, y otros gritaban salarios justos y disminución de los sueldos de los trabajadores federales.
Las vallas que ya son parte de la “decoración” del edificio, desde el zipizape que armaron los invasores de la 20 de Noviembre, las usó la policía para impedir el acceso al grupo que encabezó Luis Antonio Che Cu. Molestos y con el argumento de que no se debe impedir entrar a “la casa del pueblo”, las desengancharon y tiraron al suelo. Las puertas fueron cerradas.
Che Cu informó que el pasado viernes se reunieron en Candelaria y acordaron pedir de nuevo la entrega de apoyos en educación, cultura, resolución de problemas agrarios, botiquines y medicinas para el piquete de la mosca chiclera, que fue comprometida por las autoridades de Salud.
Exigieron la agilización de los procesos de regularización de tierras; el restablecimiento de la Mesa Agraria Interinstitucional; el esclarecimiento de la muerte del líder campesino Armando García López; la instauración de programas alimentarios de autoconsumo.
Informó que no se ha dado solución a la regularización de los predios de Las Delicias, El arbolito, El herradero, El Encino, La Esperanza, El Manantial, El Palmar, El Mango y Arroyo Seco, mucho menos en el caso de Juan de la Cabada Vera y de Siete Copas.