En 2016, la ahora Secretaría de Medio Ambiente, Biodiversidad y Cambio Climático inició el rescate y preservación de la reserva de Balam-Kin y Balam-Kú para atacar problemas como la pérdida de la cobertura vegetal, cacería furtiva, los asentamientos irregulares, incendios forestales y demás que estaban acabando con el área natural protegida.
Joaquín Antonio López Sosa, director de Patrimonio Ambiental de la Semabicc, explicó que desde hace cuatro años se han implementado rondines de vigilancia con la colaboración de la Secretaría de Seguridad Pública, la Profepa y ahora con la Guardia Nacional.
Destacó que el apoyo de los pobladores ha sido de vital importancia y es que con apoyo de las denuncias anónimas a sido posible la detención de personas que incurren en tala ilegal y cambio de uso de suelo principalmente.
Indicó que no sólo la flora es protegida sino también la fauna significando que en esta área natural protegida existen especies muy significativas como el puma, el jaguar, tapir entre otras que son monitoreadas a través de cámaras están distribuidas en toda la zona.