A dos años del anuncio de su creación, el programa “Sembrando Vida de la Secretaría de Bienestar” es una realidad, avanza en rescatar al campo del olvido y se ha convertido ya en el programa agroforestal más grande del mundo y en el más importante generador de empleos en el país.
Sembrando Vida fue presentado el 8 de octubre de 2018 por el ahora Presidente Andrés Manuel López Obrador y actualmente es un programa federal que contribuye a revertir la pobreza rural y la degradación ambiental, propiciar el relevo generacional en el campo y el arraigo a la tierra, restaurar el sentido comunitario y recomponer el tejido social en el ámbito rural, así como para reactivar la economía local.
Después de dos años y de diversas acciones impulsadas por la Secretaría de Bienestar encabezada por Javier May Rodríguez, actualmente el programa se aplica en 20 entidades del país y ha generado más de 424 mil empleos permanentes de campesinas y campesinos, lo que representa 98 por ciento de la meta total prevista hasta el 2020.
También en dos años ya se habrá cumplido más de la mitad de la meta sexenal de sembrar mil cien millones de árboles, toda vez que a final de este 2020 se tendrán en parcela más de 600 millones de plantas maderables y frutales de diversas especies, de las cuales tres de cada cinco provienen de viveros comunitarios, una de viveros comerciales y una más de viveros militares.
Los árboles frutales y maderables se han producido desde cero, por lo que en este rubro ha sido fundamental la participación de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), así como diversas entidades federativas y las propias Comunidades de Aprendizaje Campesino (CAC) con sus viveros comunitarios que se han organizado para participar.
Para hacer realidad la inclusión financiera, fomentar la cultura del ahorro y darle valor agregado a la producción de las futuras cosechas, cada sembradora y sembrador inscrito en el programa recibe pagos de cinco mil pesos mensuales, de los cuales cada mes destina 500 pesos a un ahorro programado.
Este ahorro es administrado por las propias sembradoras y sembradores, quienes podrán disponer de sus beneficios a partir del tercer año del programa, por lo que actualmente están conformando cooperativas para llevar su administración, así como para la futura comercialización de las cosechas.