Surcoreanos lanzaron huevos en centros de cuarentena ubicados en las ciudades de Jincheon y Asan, al sudoeste de Corea del Sur, pues consideran son una amenaza contra su salud en paralelo con el aumento en el número de sus connacionales infectados.
El gobierno informó esta semana que al menos 700 ciudadanos surcoreanos llegarán desde Wuhan al Centro Nacional de Recursos Humanos en Jincheon y al Instituto de la Policía de Desarrollo de Recursos Humanos en Asan.
Desde Wuhan serán transportados a las instalaciones que los tendrán en cuarentena durante dos semanas, reporta la agencia Yonhap.
Manifestantes en Asan arrojaron huevos al Ministro del Interior y Seguridad, Chin Young, quien estaba allí para persuadirlos de que aceptaran el plan de cuarentena.
Se aglutinaron desde temprana hora en el Instituto de la Policía, donde se planeaba alojar a los que arriban, y se enfrentaron con los elementos de seguridad mientras intentaron bloquear la calle.
“Nos oponemos al alojamiento de compatriotas que llegan desde China”, y algunos gritaron insultos y arrojaron huevos al ministro y al gobernador, Yang Seung-jo, cuando llegaron al centro comunitario de la ciudad.