El presidente uruguayo Tabaré Vázquez destacó como prioridades de su gobierno la educación pública, la salud y la vivienda, e instó a la unidad nacional por encima de las diferencias partidarias para lograr esos objetivos.
Vázquez dijo que su gobierno se inspirará en el legado del prócer José Artigas (1764-1850), un caudillo inflexible en su lucha por la libertad, la república y los derechos de los más desposeídos, venerado por todos los sectores políticos del país.
Tabaré Vázquez ya gobernó el país en el periodo 2005-2010, es, pues, el antecesor y el sucesor del popular presidente José Mujica.
En su primer discurso en el Parlamento al asumir el cargo, Vázquez apeló a la unidad nacional por encima de las diferencias partidarias y llamó a analizar y discutir juntos y con respeto los distintos caminos para lograr la mejor educación pública y mejoras en los sistemas de salud y vivienda.
Estuvieron presentes en el Parlamento, escuchando el discurso de Vázquez, los presidentes de Brasil, Dilma Rousseff; el de Paraguay, Horacio Cartés; de Chile, Michelle Bachelet; de Perú, Ollanta Humala; de Ecuador, Rafael Correa, y de Cuba, Raúl Castro.
Al igual que Mujica, Vázquez integra el Frente Amplio, una variopinta coalición de partidos de izquierda que reúne desde demócratas cristianos hasta comunistas, pasando por socialistas y ex guerrilleros. Vázquez está asociado a los mayores triunfos de su fuerza política. Fue alcalde de Montevideo entre 1990 y 1995, cuando encabezó la primera victoria electoral de la coalición izquierdista en la capital uruguaya. Y tras dos intentos fallidos también conquistó la Presidencia de Uruguay por primera vez para el Frente Amplio.
Vázquez será el tercer uruguayo que gobierna el país dos veces desde comienzos del siglo XX, algo que no suele ocurrir, ya que la reelección directa está prohibida en este país de 3.3 millones de habitantes.
Mujica le entregó a Vázquez un gobierno con altos índices de aceptación popular y un país con la economía en crecimiento, los salarios en alza y el índice de desempleo en un nivel históricamente bajo.
Pero también con un déficit fiscal que preocupa a algunos analistas y problemas en el sistema educativo y en la seguridad pública.