El gobernador de Nuevo León, Rodrigo Medina, informó que la cifra de muertos tras el ataque al casino Royale de Monterrey asciende a 53.”Hasta el momento van 53, y siguen haciendo labores al interior del local”, mencionó en entrevista. Interrogado sobre si en el lugar habría entre 15 y 20 cuerpos más, el mandatario estatal respondió que continúan los trabajos de rescate, pero se supone que la cifra pudiera rebasar los 60 fallecidos entre empleados y clientes del establecimiento.
El Ejecutivo estatal se comprometió a aclarar el atentado y dar con los culpables “Hasta el momento llevamos, oficialmente, 53 victimas inocentes de este multihomicidio”, insistió. En Nuevo León, advirtió, aunque la autoridad estatal no tiene la facultad de vigilancia ni supervisión ni otorgamiento de permisos de casinos, como si el acto terrorista tuviera que ver con permisos y no con la inseguridad. “Vamos a hacer la investigación para dar con los culpables de este atroz multihomicidio”.
Por su parte la presidenta del Tribunal Contencioso, Juana María Treviño, dijo que en mayo pasado, una empresa promovió un juicio para detener la remodelación del Casino Royale, en donde se instarían unas puertas de acceso. “Este negocio ya tiene una licencia tanto de la Secretaría de Gobernación como del mismo municipio de Monterrey para operar con ese giro de casa de apuestas.”
Dijo que el magistrado que llevó el caso dictaminó que se siguieran con los trabajos de remodelación del inmueble, puesto que “la empresa que promovió el juicio argumentó que en términos del reglamento de construcciones del municipio no existe el requisito necesario de la licencia de construcción para una remodelación anterior.
Familiares de trabajadores y víctimas que están presuntamente atrapadas en el “Casino Royale” pidieron al gobierno ponga ya una solución a esta violencia, porque no podemos seguir así. “Necesitamos seguridad para nuestra familia, para nuestros hijos, que vaya a gusto en la escuela y poder trabajar a gusto”.
la cantidad de víctimas responde a las pocas medidas de seguridad con la que operaba el casino, una vez que no contaba con puertas de emergencia y las existentes estaban bloqueadas.