La negativa de Donald Trump a denunciar un apoyo implícito por parte del líder del Klu Klux Klan, David Duke, ha dominado la narrativa justo antes de que se realicen elecciones en 11 estados en el Supermartes.
El senador por Texas, Ted Cruz, y el senador de Florida, Marco Rubio, siguieron criticando el carácter de Trump y su falta de claridad política en una serie de ataques el domingo mientras cortejaban a los electores en el sur, donde varios estados votarán este 1 de marzo.
Rubio y Cruz reconocen que es el tiempo se está agotando para evitar que el ex anfitrión de un programa de reality se convierta en el nominado presidencial del Partido Republicano, mientras la contienda para ganar delegados continúa antes de que sea la convención del partido en el verano.
“No hay duda de que si Donald arrasa en el Supermartes y gana en otras partes con grandes márgenes, posiblemente se vuelva imparable”, dijo Cruz el domingo en CBS.
Cuando a Trump le preguntaron que si rechazó el apoyo expresado a su campaña presidencial por parte de Duke y otros supremacistas blancos. El aspirante respondió que “no sabía nada de David Duke”.
Y es que el líder del Klu Klux Klan dijo a sus simpatizantes en un programa de radio que votar contra Trump era equivalente a “traicionar su herencia”.
Rubio señaló en un mitin en Virginia que “no podemos ser un partido que se niega a condenar a supremacistas blancos y el Ku Klux Klan”.
En tanto, el demócrata Bernie Sanders escribió en Twitter que “el primer presidente afroamericano del país no puede ser sucedido por un agitador que se niega a condenar al KKK”.