“Tengo claro que un presidente de México no tiene amigos. Un presidente de México está con un único interés: el avance de la República, los beneficios para todos los mexicanos. Ese es el criterio que habrá de normar mi actuación”, manifestó el presidente electo, Enrique Peña Nieto, durante el Encuentro 2012 con los 300 líderes más influyentes de México.
Teniendo como marco el Patio Central del Museo Nacional de Antropología, Peña Nieto presentó los cinco atributos del liderazgo que asumirá a partir del 1 de diciembre, entre estos, la claridad en el rumbo, la disposición para formar equipos de excelencia más allá de signos partidarios, la toma de decisiones, la capacidad para generar acuerdos en donde no hay imposición y dar resultados.
“No aspiro a ser un gran orador que encante con sus discursos, sino que aspiro a dar resultados”, manifestó EPN, al considerar que un líder es la persona con capacidad de convocar y transformar la realidad, por lo cual asumirá la total responsabilidad de las decisiones que tome en su administración.
“Tengo claro que en el México democrático de hoy no se puede imponer de manera unilateral una visión única, sino que mi actitud será la de recoger distintas visiones y posiciones, y construir a partir de ellas”, dijo.
Destacó, que la transparencia que debe marcar al gobierno que habrá de encabezar, se definirá con indicadores básicos de logros y resultados.
“Actuaré siempre con gran respeto a la afinidad y a la diversidad. Quiero ser un presidente que oriente su actuar a partir de saber escuchar, pero sobre todo que esté a la altura de dar los resultados que los mexicanos esperan”.
Peña Nieto se comprometió a formar equipos de excelencia, por lo que señaló, “el tiempo de la transición es tiempo dedicado a la ponderación de los perfiles más idóneos para cumplir con las altas tareas y responsabilidades del gobierno”.