A partir de este domingo, la Cámara de Senadores reanudará actividades sin embargo, no de manera normal, ya que no se incorporarán los grupos vulnerables al COVID-19, y los horarios laborales serán escalonados.
A través de un comunicado, firmada por la presidenta de la mesa directiva, Mónica Fernández, de los cerca de dos mil empleados que hay en la cámara alta, “no se incorporarán al trabajo presencial, hasta próximo aviso”.
Entre el personal que no laborará se encuentran las personas mayores de 60 años, las mujeres con niños menores de 10 años y/o con embarazo, y las personas con algún tipo de enfermedad de riesgo y/o con alguna discapacidad”.
Para disminuir la densidad de la población en los centros de trabajo y proteger la salud de todos, las y los titulares de las áreas administrativas, parlamentarias y técnicas, así como los coordinadores administrativos de los grupos parlamentarios serán responsables de establecer la dinámica interna de trabajo.
Entre las medidas tomadas se encuentra que una parte del personal acudirá solamente cuando se le llame, se establecerán horarios escalonados, en su caso, el personal que no deba estar necesariamente en las instalaciones seguirá trabajando desde casa, a través de medios electrónicos, medios digitales, videollamadas, etc; en las áreas en las que sea posible y conveniente, se establecerá que la asistencia del personal sea cada tercer día.