En medio de la crisis que enfrenta el mundo por la pandemia del Covid-19, este primero de julio, México, Estados Unidos y Canadá comienzan una nueva era al entrar en vigor el Acuerdo Comercial T-MEC, el cual sustituye al Tratado de Libre Comercio para América del Norte (TLCAN) de 1994.
Este nuevo tratado busca impulsar las economías de las tres naciones en los siguientes años.
Ante ello, el Congreso de la Unión justo aprobó y armonizó las leyes que eran necesarias para que su aplicación pueda realizarse sin conflicto alguno.
Y es que tras una aprobación “fast track”, los coordinadores de los grupos parlamentarios en la Cámara de Diputados destacaron que el Acuerdo contribuirá a la reactivación económica del país ante la crisis sanitaria.
Este tratado estará vigente por el lapso de 16 años, empero, se revisará cada seis, de resultar favorable se extenderá por otros 16, de lo contrario, los socios tendrán 10 años para resolver las diferencias antes de que expire.
ACUERDOS DEL T-MEC
Entre estos está el Impulso a la fabricación de automóviles: a través del T-MEC se crea un nuevo incentivo para construir automóviles y camiones en América del Norte. Para ello, el 75 por ciento de las partes de un vehículo se fabricarán en uno de los tres países, por encima de la regla actual del 62,5 por ciento, para permanecer libre de aranceles cuando se mueve entre los tres países signatarios.
Promoverán Leyes laborales fortalecidas en México, por lo que el T-MEC fortalecerá la aplicación de las normas laborales, creando un campo de juego más nivelado para los trabajadores estadounidenses.
Los Productores de lácteos de Estados Unidos obtendrán mayor acceso al mercado, para ello, se eliminaron los aranceles para la mayoría de los productos agrícolas comercializados entre los tres países.
Canadá y México ya son los dos mercados de exportación más grandes para los agricultores y ganaderos estadounidenses.
El Tratado incluye nuevos beneficios para el sector tecnológico, en un capítulo sobre comercio digital que no era parte del TLCAN original.
Además, el T-MEC proporciona US$ 600 millones para abordar los problemas ambientales en la región, como los derrames de aguas residuales de Tijuana que afectan a San Diego, y hace que las regulaciones sean más fáciles de aplicar al eliminar el requisito de demostrar que una violación afecta el comercio.