Este sábado, miles de ciudadanos se manifestaron en Líbano contra la clase política a la que responsabilizan de la terrible explosión que devastó una parte de Beirut con un saldo de más de 150 muertos, 6.000 heridos y unas 20 personas aún desaparecidas.
Estiman más de 300.000 beirutíes sin techo y 21 personas continúan aún desaparecidas, mientras se reducen las esperanzas de hallar supervivientes.
Por cuarto día consecutivo, Beirut se despertó en medio del bullicio de vidrios rotos recogidos en las calles por los habitantes y un ejército de voluntarios, con escobas, movilizados desde muy temprano.
La embajada siria informó el sábado que entre las víctimas habría 43 sirios.
Fue el ministerio de Relaciones Exteriores holandés que anunció la muerte de Hedwig Waltmans-Moltier, esposa del embajador holandés en Líbano Jan Waltmans, a causa de la explosión.