En 2004 una operación riesgosa estremeció a una familia filipina que había dado a luz a dos gemelos que nacieron unidos por la cabeza, afortunadamente todo salió bien y hoy cumplen 10 años de estar “separados” físicamente pero unidos por su gran amor de hermanos.
Aunque la operación, realizada en Nueva York, no fue perfecta pues uno de los pre adolecentes tiene problemas importantes de salud y quizás sean permanentes, la madre de los filipinos asegura su sola supervivencia es un gran éxito para ella.
En ese entonces (2004) los avances médicos permitieron lograr la separación de los filipinos por etapas, por lo que fueron sometidos a cuatro operaciones en nueve meses.
Aguirre, la madre de los gemelos, hace fiestas de cumpleaños a los niños dos veces al año: el 21 de abril, cuando nacieron y el 4 de agosto, cuando fueron separados.