La llegada del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, a Argentina se puede percibir en Buenos Aires tanto por el amplio dispositivo de seguridad desplegado en las calles como por las banderas estadounidenses y argentinas colocadas en diversos puntos céntricos de la ciudad.
Y debido a los atentados terroristas ocurridos en Bruselas, el gobierno decidió elevar el nivel de alerta de las fuerzas de seguridad por la visita del mandatario, que tras arribar a Argentina en la medianoche de este miércoles cumplirá una nutrida agenda oficial hasta el jueves.
Una de las zonas más reforzadas es la Plaza de Mayo, circundada por la Casa Rosada (sede del Gobierno argentino) y la catedral de la ciudad, edificios por los que pasará Obama y que han sido fuertemente vallados por efectivos de la Policía Federal Argentina (PFA), que ya patrullan las inmediaciones de ambos lugares.
Allí la decoración para recibir al presidente estadounidense es también más intensa, lo que provocó estos días que muchos turistas se pararan a fotografiar las banderas de Estados Unidos colocadas en las farolas y que otros muchos argentinos se mostraran indignados ante la iniciativa.
Obama se quedará en la ciudad de Buenos Aires hasta el próximo 24 de marzo, cuando partirá a la ciudad de Bariloche, en la provincia sureña de Río Negro para pasar unas horas de descanso antes de partir de nuevo para Washington.