Este domingo, extremistas islámicos estaban atrincherados con rehenes en un centro comercial de Nairobi, donde al menos 59 personas han muerto en un ataque del grupo Al Shabab que se opone a la participación de Kenia en una misión de pacificación en la vecina Somalia.
Una descarga de disparos que duró unos 30 segundos interrumpió una pausa de varias horas, dijo un testigo, que hablaba cerca del centro comercial que tiene varias tiendas de propiedad israelí y es frecuentado por extranjeros y kenianos.
Varios extranjeros, entre ellos dos diplomáticos de Canadá y Ghana, murieron en el ataque del sábado contra el centro Westgate, que se atribuyó el grupo extremista somalí Al Shabab.
Poco después de los disparos, soldados con ropas de camuflaje corrían agachados bajo la terraza de un restaurante en la fachada del edificio que estaba llena de clientes cuando los asaltantes entraron. Un testigo dijo que primero les dijeron a los musulmanes que se marcharan.
Cuatro horas después del ataque, los muertos estaban esparcidos por las mesas con comidas sin terminar. En una hamburguesería, un hombre y una mujer yacían en un último abrazo después de que los mataran y antes de que retiraran sus cuerpos.
El presidente Uhuru Kenyatta, que se enfrenta a su primer desafío importante a la seguridad desde las elecciones de marzo, dijo que algunos de sus familiares habían muerto, y prometió derrotar a los extremistas.
175 personas habían sido trasladadas al hospital después de un asalto que podría resultar en un revés costoso para la mayor economía del este de África, que confía en los ingresos por el turismo. Más de mil personas fueron evacuadas durante la pausa.
Entre los muertos había niños, y la edad de los heridos iba desde los 2 a los 78 años. Muchas víctimas estaban en un concurso de cocina cuando los asaltantes abrieron fuego contra ellos, según testigos.
10 horas han pasado y los muyaidines todavía son fuertes dentro de #Westgate Mall y todavía tienen terreno”, dijo el grupo a última hora del sábado, aunque su cuenta de Twitter fue suspendida el domingo por la mañana.
Testigos dijeron que los asaltantes estaban armados con rifles AK-47. La Policía dijo que irrumpieron durante un concurso de cocina para niños organizado por una emisora de radio, justo cuando los ganadores iban a recibir sus premios.