Madonna continúa dando que hablar, aunque más por cuestiones privadas que artísticas.
No podía pasar desapercibida la imagen de su hijo que publicó en su cuenta de la red social Instagram el pasado sábado. En ella se ve a Rocco, de trece años, posando junto a dos amigos, también menores, con botellas de vodka y ginebra. La cantante acompañaba la sorprendente imagen con el mensaje: “¡La fiesta acaba de empezar! ¡Venga 2014!”.
Apenas minutos después de la publicación, las redes sociales se convirtieron en un hervidero de mensajes que cuestionaban la actitud de Madonna como madre, a la que acusaban de incentivar el consumo de alcohol en menores y menoscabar la imagen de su propio hijo, fruto de la relación de la veterana estrella del pop con el realizador británico Guy Ritchie, finalizada en 2008.
La artista, que publicó la imagen desde la estación de esquí de Gstaad, en Suiza, donde pasó la noche de fin de año, salió al paso de las críticas con otro mensaje que no hizo sino acrecentar el estupor y el desconcierto hacia su actitud. “¡Nadie estaba bebiendo, sólo estábamos divirtiéndonos! ¡Cálmate y ten sentido del humor! ¡No empieces el año con juicios!”, se defendía.