En Murrysville, una empleada de un McDonald’s entregaba cajitas felices con peculiar “juguete de promoción” si así lo pedía el cliente. Para estos clientes especiales, su sorpresita se trataba de una era una bolsita con gramos de heroína.
Para acceder a este círculo de venta ilegal, los consumidores tenían que entrar en su vehículo al AutoMac, y cuando la operadora les preguntaba qué querían ordenar, ellos debían responder en clave “quisiera ordenar un juguete”.
Así, al llegar a la ventanilla recibían una cajita feliz con uno o varios paquetes de heroína en el interior.
Tras un tiempo investigando el caso, un agente encubierto se hizo pasar por uno de los adictos interesados en adquirir la droga, y detuvo a Shantia Dennis, de 26 años, quien trabajaba en McDonald’s y de paso aprovechaba para tener unas ganancias extras vendiendo polvitos mágicos.
En el operativo se recuperaron 60 bolsitas con heroína (10 en la cajita feliz que adquirió el falso cliente, y 50 en posesión de la mujer) y un poco de marihuana. Con la detención de Dennis, se logró desbaratar una red de narcotráfico que empleaba este peculiar método de distribución de heroína.