El cantante argentino Ricardo Mollo, líder del grupo de rock Divididos, interrumpió un concierto para pedir a un padre que había dejado encerrada a su hija en un automóvil que subiera al escenario a recogerla.
“Vení a buscar a tu hija, animal”, dijo el cantante con la niña, de unos dos años de edad, en los brazos, después de haber detenido el concierto.
La niña fue sacada del automóvil por alguien que la vio en su interior y llevada hasta el escenario. La niña pudo haber muerto por deshidratación o asfixia, sin embargo, fue oportuna la intervención pues se encontraba de lo más calmada.
Luego de algunos minutos de espera, el hombre apareció y fue abucheado e insultado por los asistentes al concierto ofrecido ayer por Divididos en la localidad bonaerense de Avellaneda, en la periferia sur de Buenos Aires.
“¿Cómo se puede seguir haciendo música después de esto?”, se preguntó el cantante de 56 años, que es padre de tres hijos, el más pequeño, Merlín, de dos años, fruto de su matrimonio con la actriz uruguaya Natalia Oreiro.
“Las prioridades son las prioridades”, subrayó el cantante.