El primer ministro canadiense, Stephen Harper, llegó este lunes a México para realizar su primera visita oficial al país y participar en la Cumbre de América del Norte, en un momento de tensión con sus dos socios norteamericanos.
Los días 17 y 18 de febrero, Harper tiene previsto realizar su primera visita oficial a México para posteriormente participar el 19 en la Cumbre de Líderes de América del Norte en Toluca junto con los presidentes de México, Enrique Peña Nieto, y de Estados Unidos, Barack Obama.
Harper señaló en un comunicado que “las relaciones de Canadá con Estados Unidos y México son de la mayor importancia para la prosperidad a largo plazo y la seguridad de todos nuestros ciudadanos”.
El primer ministro canadiense también añadió que “México es uno de los amigos y socios más estrechos de Canadá. Este año celebramos 70 años de excelentes relaciones diplomáticas durante las que nuestros países han cultivado un increíble crecimiento en comercio, turismo e inversiones”, apuntó.
Pero más allá de la retórica, Harper viaja a México con dos problemas en la cartera que están provocando significantes tensiones en las relaciones con su dos socios norteamericanos.
Con Estados Unidos, Canadá ha presionado, e incluso amenazado, a Washington para que acepte la construcción de Keystone XL, un controvertido oleoducto que transportará petróleo canadiense a Texas, lo que no ha sentado bien a la administración Obama.
Con México, Canadá ha abierto una considerable brecha por el mantenimiento del draconiano requisito de visado para los ciudadanos mexicanos, algo que las autoridades del país latinoamericano han calificado como un “grave irritante” en sus relaciones bilaterales.