Tras exigir al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) no minimizar los daños al Baluarte de San José El Alto y mostrar la misma firmeza como en anteriores casos en los que han atentado contra edificios históricos, el cronista de la ciudad, Manuel Alcocer Bernés lamentó que la delegada de este organismo considere a este edificio de menos valor por ser reconstruido.
“En el caso de dañar el edificio sobretodo con una trayectoria y carácter histórico y lo que significó como un sistema defensivo de la ciudad, yo creo que sí es muy grave que se rompa para meter el aire acondicionado. Debe de haber otro tipo de técnicas para respetarlo y si no se puede no meterlo por ser un edificio histórico”, destacó el cronista.
Reiteró que si el INAH ha mostrado firmeza al aplicar la ley a personas que dañan los edificios históricos, como los grafiteros del Baluarte de Santa Rosa y comerciantes del Centro Histórico, el mismo reglamento debe de aplicarse en este caso, pese a que sea el mismo personal del Instituto de Antropología e Historia.
“Si se pone muy dura en algunas exigencias en el Centro Histórico, creo que debe de respetar el hecho de que a pesar de que es un edificio reconstruido, su historia, lo que representó y por ser de finales del siglo 18 y principios del 19, no tiene por qué destruirse”, dijo.
Mencionó que aunque desconoce el tipo de daño realizado al baluarte, a través de las redes sociales ha podido ver que se realizó con la intención de acondicionar la oficina que se encuentra dentro del lugar, por lo que fue claro al señalar que “si no se puede poner aire acondicionarlo no usarlo como área administrativa, sólo como museo”.
Destacó que en países desarrollados han utilizado los edificios históricos como hoteles y oficinas, lo cual funcionan y son atractivos para el turismo, sin embargo, Campeche está muy lejos de utilizar sus monumentos de esta manera, además “se ve muy feo tener estos aparatos como aires acondicionados afuera de un baluarte, a lo mejor con abanicos mitigan el calor, hay muchas alternativas”.
Finalmente, fue enfático al señalar que un edificio histórico debe de respetarse y por ende, debe de multarse a la compañía o trabajadores que realizaron este “boquete” para el aire acondicionado.