Bastó una torta y un refresco para que la huacaleritas, aquellas que el pasado martes fueron desalojadas con lujo de violencia del Mercado Principal, se olvidaran de todos los atropellos del Ayuntamiento de Campeche y de la Subdirección de Mercados y acordaran con la alcaldesa, Ana Martha Escalante Castillo mantenerse en su lugar y olvidarse de los malos ratos.
Luego de haber asegurado que el PRI y el PAN son de la misma calaña y que Ana Martha no tendría su voto para gobernadora, el dirigente de las huacaleritas Renato Noh Tamayo, convencido con un sencillo desayuno con la alcaldesa de Campeche, reconoció “el trabajo que realiza Anita a favor de los pobres”.
En el olvido quedaron las consignas en contra de la alcaldesa, así como los calificativos de inhumana, grosera y engreída, a cambio se firmó el acuerdo de no ser removidas de su área de venta y el pago completo del producto decomisado y que hoy ya no sirve por tratarse de productos perecederos.
Aunado a esto, se adquirió la promesa no firmada, de iniciar una investigación para determinar si el jefe de inspectores, de nombre Omar y apodado El Diablo, ejerció abuso de autoridad y en su caso cesarlo.
“Ya quedamos en buen acuerdo, que regresemos de nuestros lugares. El subdirector de mercados si sigue portándose bien que sigan en su lugar, pero si se porta mal, insultándonos, pues que también se vaya”, dijo Lidia Miss como si de ella dependiera la decisión de retirar o mantener al servidor público.
Noh Tamayo, aquel que al momento del desalojo lloró, insultó y condenó al PRI y al PAN con su voto de castigo, permaneció mudo ante los medios de comunicación, en su momento se escabulló y no dio la cara.
En tanto, Magdalena Miss, la huacalerita que levantó formal denuncia ante la Procuraduría General de Justicia del Estado por agresiones, aseguró que la alcaldesa, le pagará los gastos médicos para que se cheque el golpe en el pecho que desde hace días le ha generado molestia, por lo que la demanda ya será cosa del pasado.