Tras dos años y dos meses de evadir la justicia, y de acuerdo a las indagatorias realizadas por la Policía Ministerial Investigadora, la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) logró la captura de José Manuel “N” y Armando “N”, que en el 2012 privaron de la vida al agente de la Policía Estatal Preventiva (PEP), José Fernando García Tun, quien los sorprendió cuando se daban a la fuga luego de robar en una tienda del poblado de Atasta, municipio de Carmen.
Lo anterior fue dado a conocer por el Procurador Estatal, Arturo José Ambrosio Herrera, quien señaló que el Ministerio Público se encuentra integrando el expediente para su consignación por los delitos de Robo con Violencia y Homicidio Calificado.
Cabe destacar que ambos delitos son graves y no alcanzan el beneficio de la libertad bajo caución, por lo que estas personas se encuentran a disposición del Juez primero del Ramo Penal en Carmen y en las próximas horas serán enviadas al Centro de Reinserción Social de Carmen.
De acuerdo a los hechos, asentados en el Expediente CAP-3018/8A/2012, a las 22:30 horas del 14 de abril del 2012, vecinos del poblado de Atasta informaron a la Policía que en el comercio conocido como “Tío Piña” dos sujetos, que portaban armas de fuego, sometieron al encargado, Ernesto Padilla Tec, hijo del propietario.
Por lo que el agente de la PEP, José Fernando García Tun, de 22 años de edad y oriundo de Tenabo, se dirigió al establecimiento, ya que su destacamento se encuentra cerca, empuñando su arma larga para realizar sus funciones.
Ambrosio Herrera dijo que de acuerdo a las declaraciones, testigos afirmaron que el uniformado observó a los asaltantes afuera del local y uno de ellos, al verse descubierto, accionó su arma, asestándole un tiro en la frente, privándolo de la vida y quedando tendido sobre la cinta asfáltica, toda vez que el disparo le produjo traumatismo craneoencefálico por disparo de arma de fuego, de acuerdo con la necropsia practicada.
Ante los acontecimientos, los delincuentes huyeron en diferentes direcciones, mientras que los policías iniciaron la búsqueda exhaustiva de los presuntos responsables.
En tanto que el agente del Ministerio Público de guardia, auxiliado por la Policía Ministerial y peritos, al acudir al lugar de los hechos, aseguró el arma homicida y un casquillo percutido, así como una gorra y lentes de sol usados por los delincuentes en el robo. Cabe destacar que el monto robado en la tienda fue de 56 mil 102 pesos.
El abogado del Estado señaló que, derivado de la continuidad de las investigaciones, la noche del sábado 7 de junio del año en curso, la policía ministerial interceptó el taxi con número económico 2131, conducido por José Manuel “N”, quien era acompañado por Armando “N”, quienes al verse descubiertos ofrecieron a los servidores públicos 800 pesos y un teléfono celular, para que los dejaran ir, lo que motivó su detención y traslado ante el Ministerio Público.
En su declaración ministerial, José Manuel “N” manifestó haber participado en los hechos y narró haber comprado una pistola calibre .9mm, la cual usó en el homicidio del agente de la PEP en el poblado de Atasta; y agregó que en el 2012 conoció a Armando “N”, quien lo convenció de acudir al poblado de Atasta a probar la pistola; ambos sujetos, en compañía de dos personas más, a quienes identificaron como “El gato” y “El zurdo”, que resultaron ser menores de edad, llegaron a la comunidad, donde ingirieron bebidas alcohólicas en el predio de un conocido de Armando.
El día en cuestión, alrededor de las 15:00 horas, Armando le dijo a José Manuel que sabía de una tienda donde usando el arma podrían cometer un robo, por lo que formularon un plan, que consistía en que Armando “N” se quedara afuera vigilando, mientras José Manuel entraba, amagaba con el arma de fuego al dependiente y “El gato” y “El zurdo” lo atarían para robarle, después se darían a la fuga.
Sin embargo, no contaban con que fueron vistos por los vecinos del lugar, quienes dieron aviso a los elementos policiacos, respondiendo al llamado el agente José Fernando García Tun, ocurriendo el homicidio.
De igual manera, José Manuel “N” dijo que ante los acontecimientos se trasladó a Frontera, Tabasco, con la ayuda de Armando “N”, donde vivieron por ocho meses; tiempo después regresó a la isla y puso un negocio de teléfonos celulares, manejándose con un alias para evitar ser detenido, al sentirse seguro entró a laborar como chofer del taxi 2131, con horario de 15:00 a 3:00 horas, ya que de noche era más difícil ser identificado.