Luego del desastre carioca en su propia justa mundialista bajo el mando de “Felipao”, la Confederación Brasileña de Fútbol confirmó este martes que Carlos Caetano Bledorn Verri “Dunga” es el nuevo técnico de la selección “verdeamarelha” en reemplazo de Luiz Felipe Scolari, quien renunció tras la disputa de la Copa Mundial Brasil 2014.
Dunga, de 50 años, disputó tres mundiales como jugador -Italia 1990, Estados Unidos 1994 y Francia 1998-, siendo capitán en dos de ellos y campeón del mundo en 1994, y fue seleccionador entre 2006 y 2010. Dejó el cargo al ser eliminado de Sudáfrica 2010 en cuartos de final.
El ex jugador y capitán ya fue presentado por la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) y presentado en una rueda de prensa.
Dunga reemplaza a “Felipao” Luiz Felipe Scolari, quien presentó su renuncia la semana pasada, luego del fracaso de Brasil en su intento de ganar la Copa Mundial organizada en su territorio, donde incluso fue goleado por Alemania 7-1 en un resultado que quedará para la historia, e incluso perdió ante Holanda el juego por el tercer lugar.
En una extensa e interesante entrevista previa a la final de Brasil 2014 disputada entre Alemania y Argentina, Dunga analizó el torneo que hizo el “Scratch”.
-Como entrenador y, ahora, como hincha, ¿qué le pareció el apagón de la selección brasileña en el primer tiempo contra Alemania?
-Alemania hizo lo mismo que Brasil hace mucho tiempo: montó un triángulo en un lado del campo y después pasó a cambiar el juego, con pases de 40, 50 metros. Y su ventaja es que contaba con el jugador idóneo en el lado opuesto, que era (Thomas) Mueller, con velocidad y calidad para dar continuidad a la jugada. Hasta podría caerse en la tentación de decir que no hizo nada anormal ni excepcional: pero sí que lo hizo, porque eso es sencillamente lo que todo equipo sueña con hacer.
-Alemania jugó en bloque, tuvo aproximación, profundidad, velocidad, y supo defenderse en los momentos adecuados. Al mismo tiempo, si nos fijamos en los goles, los brasileños siempre tenían superioridad en defensa, aunque a cuatro o cinco metros de distancia. Y hoy en día es necesario jugar de forma muy compacta, de forma que dejarle ese espacio al adversario puede resultar fatal.
-Decían que Alemania no había encandilado en este Mundial, hasta que llegó el partido de Brasil. En su opinión, ¿qué ocurrió para que los alemanes se soltasen al fin y practicasen el fútbol que todos esperaban?
-Lo cierto es que Alemania ha solucionado su rompecabezas durante el Mundial, y dio con el equipo correcto después de esa victoria contra Argelia, en un partido en el que pasó muchos apuros. (Joachim Loew) sacó a (Philipp) Lahm del mediocampo y lo puso en el lateral, donde es excepcional. Colocó a (Sami) Khedira en el mediocampo con (Bastian) Schweinsteiger, puso a un jugador más rápido en la defensa, (Mats) Hummels, y a (Miroslav) Klose en punta.
En el centro del campo, Schweinsteiger dirige al equipo tanto a la hora de defender como de presionar e imprimir ritmo al juego. Sabe cuándo hace falta recular y quedarse entre los dos centrales, o subir y presionar. Hay que entender que una selección no se monta únicamente con los mejores jugadores, sino con los que se adaptan a las características que uno necesita. El fútbol se ha igualado mucho. El problema es que, en Brasil, la gente piensa que si un jugador es excepcional no necesita tener una función táctica. Y esa mentalidad debe cambiar.