Una protesta por parte de los alumnos de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, terminó en tragedia este fin de semana luego de que se dieran varios enfrentamientos entre personas armadas y la policía de Iguala, Guerrero, de acuerdo con la PGJE, seis personas perdieron la vida y 17 personas más están hospitalizadas.
De acuerdo a los primeros reportes, los enfrentamientos comenzaron la noche del viernes y se prolongaron hasta la madrugada del sábado, testigos en el lugar aseguran que la agresión por parte de la policía y civiles armados “era pareja” en el lugar, en consecuencia, un autobús donde viajaban jugadores del equipo de futbol Los Avispones, de la tercera división profesional, también fue atacado.
Por su parte, el procurador de Guerrero, Iñaki Blanco Cabrera, dio la versión oficial de los hechos, explicó que a lo largo de la noche tuvieron lugar al menos tres ataques en Iguala, una localidad aproximadamente a 200 kilómetros, uno de ellos contra un autobús donde viajaba un equipo de futbol local y que cobró la vida de dos adultos y un menor. Otros dos muertos eran estudiantes que murieron por fuego de la policía local.
Sin embargo, también aceptó que el primer suceso tuvo lugar cuando policías municipales de Iguala dispararon con sus armas oficiales contra estudiantes de magisterio de la localidad de Ayotzinapa, conocidos en México por su activismo y por organizar protestas radicales, que se habían apoderado de tres autobuses y querían llevarlos a Chilpancingo para usarlos en sus manifestaciones.
Blanco corroboró la versión de los estudiantes agredidos, que aseguraron que fueron perseguidos por uniformados que bloquearon las rutas de la salida de la ciudad y les dispararon pese a que ellos intentaron resolver la situación a través del diálogo.
El procurador de Guerrero aseguró que tras los incidentes procedieron a desarmar a todo el personal de la policía local de Iguala y los agentes han sido concentrados en la sede de los poderes municipales mientras continúa la investigación.
Los estudiantes habían llegado a Iguala la tarde del viernes en cuatro autobuses para colectar fondos económicos y desde las 18 horas botearon por la ciudad, de donde pretendieron llevarse otros tres autobuses, lo que al parecer generó la persecución durante más de dos horas por parte de las policías municipal, estatal y federal.