Mientras que pobladores de Bolonchén de Rejón mantienen bloqueadas entradas y salidas carreteras del lugar para exigir justicia al gobierno del estado por el homicidio de Denni Abraham Canché Trejo, que cometieran elementos de la Policía Estatal Preventiva, autoridades estatales optan por ignorar sus demandas bajo el argumento que “existen intereses políticos”.
Con el argumento de que en el conflicto de Bolonchén de Rejón hay una mezcla de intereses políticos derivado de la cercanía de un proceso electoral, el secretario de Gobierno, Roberto Sarmiento Urbina se negó a destituir al presidente de la Junta Municipal, Pedro Osorio Zapata, lo que molestó a la Comisión de Diálogo de esa comunidad y advirtieron que no cesarán los bloqueos carreteros como medida de presión.
En una reunión que fue realizada en un lugar distinto a Palacio de Gobierno, en completo hermetismo y dejando incomunicados a los campesinos, Sarmiento Urbina dejó en claro a los demandantes que no habrá destitución de autoridades municipales, pese a que tenían pleno conocimiento de irregularidades que cometía la PEP.
“No tuvimos esa solución con él (Roberto Sarmiento) que lleva su tiempo, lo que pedimos de destitución y como ya se acercan los tiempos políticos, por eso dicen que no, que porque no lo puedo hacer y entonces qué va a ser de nuestro pueblo”, declaró Vicente Abnal Poot, comisario ejidal.
“Fue un tiempo perdido, no se hizo nada, este señor (Roberto Sarmiento) nos dice que es un trámite riguroso de que hay mucha que analizar y su postura es intereses políticos por la venida de las elecciones”, significó Javier Montalvo Bautista, Poblador.
Aunque la intención fue dialogar para llegar a buenos acuerdos, lo cierto es que, la advertencia del pueblo es que no habrá marcha atrás, por ello, acudieron a Palacio Legislativo para entregar un documento a la Junta de Gobierno y exigir que los diputados tomen acciones al respecto, pues en todo caso, los bloqueos carreteros no cesarán.
Más allá de una solución, el conflicto de Bolonchén de Rejón esta por recrudecerse, si las autoridades no intervienen y acuden al pueblo.