“Orion”, es el nombre que decidió asignarle la NASA a la su nueva nave en desarrollo, misma que ya está preparada en un cohete Delta IV pesado para despegar este 4 de diciembre desde la base espacial de Cabo Cañaveral, en Florida.
Es la prueba de vuelo espacial de este vehículo.
La predicción meteorológica es un 70% favorable al lanzamiento, que puede realizarse en un margen de dos horas y 39 minutos. La Orion es la primera nave espacial (diseñada para ser tripulada) que ensaya la NASA en el espacio desde los transbordadores, jubilados definitivamente en 2011, y la primera desarrollada para que puedan viajar los astronautas al espacio lejano desde las cápsulas del programa lunar Apolo de los años sesenta y setenta.
En el primer vuelo de ensayo espacial no participarán astronautas a bordo, el prototipo de la Orion se alejará hasta 5.800 kilómetros de la superficie terrestre (la Estación Espacial Internacional está en órbita a unos 420 kilómetros de altura) cumpliendo casi dos órbitas alrededor de la Tierra antes de volver a entrar en la atmósfera terrestre. Recorrerá en total 96.600 kilómetros.
Los ingenieros, que han realizado ya numerosos ensayos parciales de los componentes de la Orion, quieren ahora ver cómo soporta la radiación en el espacio y, sobre todo, el retorno a la atmósfera terrestre para caer en el océano Pacífico, a unos mil kilómetros al oeste de Baja California.
Se espera que Orion esté completamente lista en 2018 para vuelos automáticos y en 2021 para astronautas, en este primer vuelo van a probarse además varios componentes cruciales como el sistema de seguridad para los astronautas y la separación del módulo de servicio (con los sistemas de propulsión y vitales) antes de la reentrada en la atmósfera.
El ensayo cuesta 300 millones de euros.
La Orion, construida por Lockheed Martin para la NASA, pesa 21 toneladas en el lanzamiento y 8,6 toneladas la cápsula sola, una vez desprendida del módulo de servicio. Con forma de cono truncado, la nave mide 3,3 metros de altura y cinco de diámetro, con dos veces y media el volumen de las cápsulas que se utilizaron en el programa Apolo. En su versión tripulada podrán viajar hasta seis astronautas.