En sesión plenaria y por mayoría de votos, el Senado de la República aprobó una reforma que permite al Gobierno Federal avalar a las entidades federativas para mantener una calificación crediticia de triple A.
Con esta decisión, se busca que la Cámara de Diputados esté en condiciones de hacer el seguimiento puntual de los procesos de endeudamiento, contratación de empréstitos y las condiciones en las que se establecen los contratos entre los estados y municipios de estos créditos.
También se faculta al Congreso para establecer las bases de cómo los estados, municipios y el Distrito Federal puedan endeudarse y se ponen límites para comprometer un porcentaje determinado de participaciones federales en deudas u otro tipo de obligaciones, y se instaura un sistema de alertas para enviar señales de sobre endeudamiento en algún municipio o entidad.
Inclusive las entidades podrían poder contratar más deuda avaladas por el gobierno Federal. La medida no ha sido bien recibida por todos los legisladores, pues de acuerdo a varias opiniones, deja entrever la posibilidad para que estados y municipios incrementen su deuda, en lugar de ser eficientes en el manejo del dinero público para gasto corriente.