Funcionarios del gobierno federal y especialistas dialogaron sobre el tema de Mando Único Policía Estatal, durante la cual se expuso la posición oficial y por qué es una buena opción para mejorar las condiciones de seguridad en el país, pero también se expresó lo que debe ser un mando único estatal desde una visión distinta a la del Ejecutivo.
Sobre este asunto, Jorge Carlos Hurtado, Secretario Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, aseguró que la integración de 32 policías estatales bajo un Mando Único Policial Estatal permitirá llevar las tareas de seguridad e incluso a aquellos municipios que hoy carecen de una corporación propia, y permitirá enfrentar al crimen organizado con elementos mejor entrenados, capacitados y equipados.
Aseveró que la implementación del Mando Único Policial es un tema de seguridad pública y su principal análisis debe abordarse desde esta perspectiva, pues sostuvo que la penetración de la delincuencia, en las fuerzas policiales municipales, cada día es mayor.
De esta forma, dijo, se convirtieron en una red de información y operación al servicio del crimen organizado que lejos de contribuir a la solución al problema de inseguridad, pasaron en muchos casos a ser parte del mismo.
La desaparición de la policía municipal, dijo, no es un acto contra la integridad del ayuntamiento y menos una maniobra para debilitar este nivel de gobierno.
Enfatizó que la implementación del Mando Único Policial implica diversos retos como la homologación legislativa de las entidades federativas y en los municipios; que los congresos locales adecúen sus constituciones y legislación secundaria; que los cabildos revisen y actualicen sus reglamentos, circulares y normas internas, el reordenamiento del fondo y los subsidios federales destinados a la seguridad pública.
Álvaro Vizcaíno Zamora, coordinador del Sistema de Desarrollo Policial, precisó que la reforma policial del Ejecutivo no sólo plantea una reorganización de las policías en función geográfica o en función de la manera en que se articulan sus mandos, sino que se está proponiendo una reforma de fondo.
Sostuvo que la reforma dignifica a las policías, fortalece a los municipios y permite construir instituciones de seguridad pública con una visión de mediano y largo plazo y, además, establece una remuneración mínima nacional.
La reforma, señaló, hace a los policías mejores ciudadanos con derecho a acceder a mayores oportunidades, mejores condiciones de seguridad social y de acceder a mejores niveles de estudios.
El funcionario federal comentó sobre la generación de un programa de depuración y fortalecimiento de las fuerzas policiales lo que va a motivar una estrategia de indemnización del personal que no pueda migrar a un nuevo modelo de mando policial estatal.
Asimismo, resaltó la importancia de generar sistemas que permitan realizar un control interno y externo de las policías, así como fortalecer las políticas de transparencia y rendición de cuentas, de evaluación de eficacia y desempeño de las instituciones policiales.