Estados Unidos negó las acusaciones del presidente de Venezuela Nicolás Maduro de que Washington está detrás de un presunto golpe para derrocarlo y pidió la liberación del líder opositor venezolano Leopoldo López.
Jen Psaki, portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, dijo que las acusaciones hechas por el gobierno venezolano de que Estados Unidos está envuelto en una trama golpista y desestabilizadora son infundadas y falsas y recordó que conforme a la Carta Democrática Interamericana, los cambios de gobierno deben ser democráticos, pacíficos y conforme con el estado de derecho.
La portavoz del Departamento de Estado instó al gobierno de Nicolás Maduro a dejar de intentar distraer la atención de los problemas económicos y políticos del país y a centrarse en encontrar soluciones reales a través del diálogo democrático entre los venezolanos.
Al mismo tiempo reiteró su llamado a la liberación del líder opositor venezolano Leopoldo López y otras personas que permanecen en prisión por participar en las protestas pacíficas de 2014.
Por su parte Maduro afirmó que tiene pruebas de que funcionarios de la embajada de Estados Unidos en Caracas formaban parte de la conspiración del presunto golpe de Estado que denunció la semana pasada.
El gobernante dijo que los funcionarios de la embajada utilizaban la ley de sanciones aprobada por Washington contra oficiales castrenses venezolanos para presionar a sus familiares y ofrecerles dinero para que se sumaran al presunto complot.
Según Nicolas Maduro, la conspiración fue preparada por un pequeño grupo de oficiales de la Aviación, quienes planeaban bombardear objetivos estratégicos en Caracas y asesinarlo.