A dos años de estar al frente de la Iglesia Católica, el Papa Francisco confesó que tiene la sensación de que su pontificado va a ser breve, de cuatro o cinco años.
El pontífice argentino habló sin tapujos de su elección, de los escándalos, de sus límites como persona, de su visión del papado, de México, de la inmigración y hasta bromeó sobre el “ego” enorme de los argentinos.
Francisco, de 78 años, descartó poner límite de edad al pontificado ya que considera que el papado tiene algo de última instancia, algo como una gracia especial que no debe tener un término fijado.
Aprovechó para zanjar las polémicas surgidas con el gobierno de México por el correo privado enviado a un amigo donde pedía que se evitara la mexicanización de Argentina con respecto a la violencia del narcotráfico.
El pontífice latinoamericano reconoció que su comentario hizo revuelo pero aseguró que según estadísticas que le enviaron el 90% de los mexicanos no se ofendió por la expresión.