El Congreso de Estados Unidos previsiblemente abordará este año una ley para dificultar que personas reclamen una violación de patentes sobre productos que otras estén concretando como invento.
La ley se ha convertido en una prioridad este año para los grupos de presión de la industria tecnológica, que afirman tener que combatir una demanda infundada tras otra debido a patentes de software mal redactadas y a leyes que favorecen a los tenedores de patentes.
Pero los parlamentarios han tenido varios problemas con el asunto, para el que los partidos no tienen una posición unificada. Las farmacéuticas, universidades y abogados procesales estadounidenses afirman que las patentes son la savia de la invención estadounidense, y que la reforma que se baraja va demasiado lejos.
La Cámara de Representantes volverá a poner el tema sobre la mesa con una audiencia ante su Comisión de Justicia. Entre los comparecientes estará Keven Kramer, número dos del equipo de asesoría legal en Yahoo, que estima que la empresa gastó 100 millones de dólares para enfrentar demandas sobre patentes desde 2007.
“Eso es dinero que podríamos utilizar en otros menesteres, en investigación y desarrollo, personal, empleos”, dijo.
El término “trolls de patentes” suele referirse a empresas que compran patentes, en especial en áreas técnicas como procesadores de computadoras, computación en nube y routers sin cables, con la única intención de presentar demandas o exigir pagos de licencia a empresas de tecnología, especialmente nuevas compañías en el momento de su primera oferta pública.
Casi siempre, los demandados no quieren pagar una larga batalla legal y llegan a un acuerdo económico aunque crean que podrían ganar, abonando decenas o cientos de miles de dólares. Kramer lo describe como un círculo vicioso: cuantas más empresas llegan a acuerdos, más demandas se presentan.
“Es como una versión legal de un trama de protección de estilo mafioso”, dijo Noah Theran, portavoz de la Asociación de Internet, una coalición de firmas de la red. “Las tácticas son diferentes, pero el resultado es una extorsión a la antigua”.