La Secretaría de Relaciones Exteriores repatrió a la menor Alondra Luna Núñez, quien fue sustraída de su escuela el pasado 17 de abril, y trasladada a Estados Unidos, en donde una mujer de nombre Dorotea García, la reclamaba como su legítima hija.
El regreso de la menor a territorio nacional se dio luego de que los exámenes de ADN que se le practicaron el pasado lunes resultaron negativos, con respecto de la mujer que solicitó la restitución.
Ante ello, se procedió a operar la repatriación de la menor –acompañada de personal consular-, quien arribó al filo del mediodía de este miércoles al aeropuerto Internacional del Bajío.
Todo el procedimiento se basó en el marco de la Convención de La Haya sobre los Aspectos Civiles de la Sustracción Internacional de Menores.
De ahí, que la cancillería, a través de la Dirección General de Protección a Mexicanos en el Exterior (DGPME), recibió en 2007 la solicitud de retorno de la menor sustraída de Estados Unidos por su padre.
Luego de investigaciones que permitieron dar con el paradero de Alondra, en marzo pasado, la Autoridad Central estadounidense informó que Dorotea García viajó a Guanajuato e identificó a la menor a quien dijo había buscado por ocho años.
Derivado de ello y en acatamiento a los estándares internacionales fijados en materia de restitución internacional, la juez de la causa solicitó la intervención de la INTERPOL para que presentara a la menor y, en audiencia ante el juzgado, se determinara su identidad y la procedencia de su restitución a Estados Unidos.
La cancillería puntualizó que sólo fungió como facilitador del inicio del procedimiento judicial y coordina la colaboración entre autoridades nacionales para lograr la restitución de los menores sustraídos, y estableció que “no representa a ninguna de las partes”, de ahí que no ofrece pruebas ni interviene salvo para esclarecer temas de la Convención.
Ante la controversia suscitada respecto a la identidad de Alondra se activaron los protocolos de rigor y se solicitó la intervención de los Consulados de México en Laredo y Houston así como de la Autoridad Central estadounidense y el Centro para Niños Desaparecidos y Explotados, para garantizar el bienestar de la menor, de facilitar la comunicación telefónica con los familiares en México y de realizar pruebas de ADN para comprobar que se trataba de la niña sustraída.
La cancillería reitera su compromiso con el cumplimiento con los tratados internacionales y las determinaciones judiciales que les dan contenido, en particular en lo que respecta a los Derechos Humanos de la niñez y el cumplimiento con la obligación adquirida al ratificar la Convención sobre los Derechos del Niño, que en su artículo 11 contempla que “Los Estados Partes adoptarán medidas para luchar contra los traslados ilícitos de niños al extranjero y la retención ilícita de niños en el extranjero”.