El gobierno de México, a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), lamentó la imposición de la pena de muerte a los hermanos González Villarreal y, con pleno respeto a la legislación interna de Malasia, ratificó su posición contraria a la aplicación de dicha decisión.
Como último recurso, los tres imputados pueden solicitar el perdón real para evitar la horca.
Luis Alfonso (de 47 años), Simón (de 39) y José Regino (de 37) González Villarreal fueron detenidos el 4 de marzo de 2008 por la Policía de Malasia, en una redada en la que los agentes incautaron unos 29 kilos de metanfetaminas.
De conformidad con la práctica local, se espera que la sentencia no se ejecute de inmediato y, ante el resultado, los abogados consideran solicitar una revisión del fallo para agotar todas las instancias jurídicas en defensa de los hermanos González Villarreal.
Se han llevado a cabo diversas gestiones, entre las que destacan múltiples visitas a los centros de detención para asegurar el adecuado trato a los detenidos y acciones ante las autoridades malasias en favor de su salud y mejores condiciones de reclusión.
Indicó que a la familia González Villarreal se le ha informado de manera permanente acerca del desarrollo del caso y de la situación física y anímica de los detenidos.
De la misma forma, agregó, se ha brindado apoyo a los familiares que han viajado a Malasia para asistir a las audiencias.
En el ámbito político y diplomático, indicó, se han realizado gestiones ante autoridades malasias de diferentes niveles, tanto en México como en aquel país, a las que se les ha expresado reiteradamente la posición del gobierno mexicano en contra de la pena capital.
La representación diplomática mexicana continuará con dichas acciones y recurrirá a distintas instancias locales e internacionales que están en contra de la aplicación de la pena de muerte.