La política migratoria del gobierno mexicano se centra en la protección y el respeto a los derechos humanos de las personas, coincidieron el titular de la Secretaría de Gobernación (Segob), Miguel Ángel Osorio Chong, y el canciller José Antonio Meade Kuribreña.
Durante un encuentro que ambos funcionarios sostuvieron con integrantes de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) en el ex convento de Tlatelolco, acordaron trabajar conjuntamente para combatir la trata de personas, la violencia contra migrantes y la migración de menores no acompañados.
Según un comunicado conjunto de ambas dependencias, en el encuentro convocado por el canciller Meade Kuribreña, el encargado de la política interna del país aseguró que el gobierno mexicano puso en marcha mecanismos para fortalecer la protección de los derechos humanos de los migrantes en ambas fronteras.
Los funcionarios reconocieron la labor humanitaria de la Iglesia católica mexicana y su disposición de mantener un diálogo abierto, cordial, permanente y constructivo en el tema migratorio.
A su vez, el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) resaltó que la aportación de la Iglesia católica en la discusión de esos temas servirá como insumo para “continuar afinando las políticas públicas, tomando en cuenta las distintas dimensiones de la migración, en especial, su rostro humano”.
La migración forma parte de la naturaleza humana, existe un deseo intrínseco del ser humano de migrar para mejorar, y por ello las políticas públicas deben atender el rostro humano del tema, reconoció.
En ese sentido, al término del encuentro, ambas partes acordaron establecer un mecanismo periódico de seguimiento entre el gobierno federal y la Conferencia del Episcopado Mexicano para revisar los programas y protocolos de atención a los migrantes, así como la capacitación a funcionarios.