Diversas organizaciones que han acompañado a los familiares de los 43 normalistas de Ayotzinapa, desaparecidos el pasado 26 de septiembre en Iguala, Guerrero, sostuvieron que el informe que presentó hoy la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), da cuenta de que la Procuraduría General de la República (PGR) se apresuró a construir una versión oficial sobre los hechos sin contar con pruebas.
La institución instó a la Procuraduría a que integre las fichas de identificación de los estudiantes desaparecidos en las que se incluyan datos como tipo de sangre y registros odontológicos; que se obtenga el lugar, hora y fecha en que fueron utilizados los teléfonos celulares desde los cuales algunos de los jóvenes normalistas enviaron mensajes e hicieron llamadas los días 26 y 27 de septiembre, a fin de orientar las acciones de búsqueda de los estudiantes.
Aunque la verdad histórica ofrecida por la PGR pretende establecer que el destino de los estudiantes víctimas de desaparición forzada fue la muerte en el basurero de Cocula, el informe de la CNDH señala que se debe continuar con las acciones de búsqueda “que puedan dar con el paradero de los estudiantes desaparecidos”, tal y como han exigido las familias de las víctimas, las organizaciones acompañantes y la sociedad.
En ese sentido, el informe puntualiza que “la naturaleza de la averiguación exige que toda información que pudiera conducir a la localización de los normalistas desaparecidos se investigue exhaustivamente sin descartar ninguna hipótesis sobre el lugar en el que se les pudiera localizar”.
Por su parte, la PGR sostuvo su interés de seguir colaborando con la CNDH, a fin de preservar el acceso a la justicia y los derechos fundamentales de los normalistas desaparecidos, así como de sus familias.