Para el defensor de los derechos humanos de los migrantes e integrante de la Pastoral Social de Movilidad Humana, Alejandro Solalinde Guerra, el Estado de Veracruz se ha convertido en una “fábrica de desaparecidos”, donde predominan los “centros de sicariato” y un “Estado criminal” que atenta contra los periodistas.
El padre Solalinde expuso que el territorio veracruzano ha sido y es tierra fértil para que organizaciones delincuenciales como Los Zetas hagan “reclutamiento forzado” de inmigrantes, “sobre todo hondureños” y de jóvenes mexicanos que son obligados a participar en actividades delictivas, sin que las autoridades estatales o federales hagan algo por impedirlo.
El religioso señaló que en cárceles de México, principalmente en veracruzanas, hay miles de centroamericanos presos por delitos de extorsión o secuestro, pero muchos de ellos fueron obligados por “células delincuenciales” que operaban con total permisividad u omisión de autoridades municipales, estatales y federales.
Señaló que en el apogeo de Los Zetas los obligaron, los arrastraron a un sicariato forzado, y ellos tuvieron que participar contra sus mismos compañeros migrantes y algunas veces contra la misma población.
El secretario de Gobierno y exdiputado local del PRI, Flavino Ríos, sólo negó que Veracruz sea “permisivo” con las desapariciones forzadas de connacionales y de inmigrantes, incluso pidió –a través de la prensa– que el padre Alejandro Soalinde le mostrase los puntos de conflictos donde “desaparecen” inmigrantes y “lugares” donde son obligados a trabajar.